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“No será el instrumento más cómodo, pero me enamoré de él”

El cuerno alpino (Alpenhorn) es un instrumento símbolo de la música de alturas, como lo son los cuernos andino e himalayo, que son a su vez el símbolo del Festival Internacional de Música de Alturas (FIMA (logo). La artista suiza Eliana Burki, quien hace unos días dio varios conciertos en Lima, cuenta en esta entrevista sobre su vínculo con este precioso y antiguo instrumento alpino.

Publicado: 2014-09-12
[Por Maritza Espinoza. Publicado originalmente en el diario La República]

Tu madre hace música, pero entiendo que fue tu padre quien te motivó a tocar el cuerno de los Alpes. ¿Es así?
En realidad, ninguno de los dos me acercó al cuerno de los Alpes. Mi madre es pianista y mi padre, médico, pero yo escuché por primera vez el cuerno de los Alpes cuando tenía seis años y me enamoré. De allí me empeñé en tocarlo.
¿Y dónde lo oíste por primera vez?
Era un evento en un pueblo en Suiza al que fui con mi padre y mi hermana. Al entrar, escuché el sonido. Yo tenía cinco años y ya tocaba el piano, pero allí le dije a mi madre que ya no iba a tocar más el piano, sino el cuerno de los Alpes.
¿Es usual que los jóvenes suizos de tu generación toquen este instrumento?
Cuando yo tuve diez años rompí con la tradición de que fueran solo hombres quienes tocaran el cuerno de los Alpes. Fui una de las primeras mujeres y, además, era muy pequeña. Allí comenzó una tendencia y se puso de moda entre la gente de mi generación. Ahora es un trend.
¿Qué es lo que te conecta tanto con este instrumento tan inusual?
Sobre todo el sonido, que me atrae mucho, porque tiene algo como de meditativo. Me relaja. Cuando estoy muy estresada, oigo eso y me tranquiliza. Eso fue lo primero que me capturó.
A propósito, ¿es verdad que, originalmente, este instrumento se usaba para llamar al ganado en el campo?
Sí, yo estoy convencida de que sí se usó este instrumento para reunir al ganado. Es más, cuando ahora mismo salgo afuera y me pongo a tocarlo, ahí mismo las vacas se acercan, mis perros se ponen a mi lado. Es como que el sonido los tranquilizara.
Sospecho que debe ser muy incómodo tocar un instrumento de ese largo.
No es el instrumento más cómodo. Yo también canto, y cantar siempre es mucho más fácil (risas). Además, es pesado, tengo varios, así que siempre tengo que cargar mucho. No es lo más cómodo, pero, bueno, me enamoré de este instrumento.
Entiendo que comenzaste tocando música tradicional. ¿Cómo fue el tránsito a ritmos más modernos, como el jazz?
Me crié con un padre que escuchaba mucho jazz. Miles Davis era uno de los grandes que siempre escuchaba. Mi madre, como pianista, escuchaba mucha música clásica, y yo tocaba siempre cosas tradicionales suizas.
¿Ya con el cuerno de los Alpes?
A los ocho años, ya tocaba el cuerno de los Alpes, pero la vestimenta tradicional, que corresponde a este instrumento, me quedaba como muy apretada y no me dejaba respirar. Entonces, allí, a los ocho años, dije: no quiero tocar más con esta vestimenta tradicional. ¿Por qué no puedo tocar como Miles Davis? Y a los nueve años empecé a hacer mis propias composiciones a lo Miles Davis.
¿Y ese cambio tuyo suscitó alguna reacción entre los más tradicionalistas?
Al principio recibí muchas cartas de personas que tocaban el cuerno de los Alpes de forma tradicional y me decían: no puedes seguir tocando así, estás dando una mala imagen, lo estás tocando mal. Pero, en algún momento, terminaron aceptándolo, porque se dieron cuenta de que realmente yo lo toco con mucha pasión y, sobre todo, con amor por mi país. Este instrumento me conecta muchísimo con él. Una vez que me aceptaron, me dejaron tocar y ahora es la moda una vez más. Es como la nueva moda poder tocar un instrumento tan tradicional en forma más fresca.
Has venido antes a Lima, ¿cómo ha recibido el público peruano tu música?
La última vez la acogieron muy bien. Por mi carácter, me identifico mucho con la cultura, la onda latina, porque soy muy abierta, muy relajada. No soy tan suiza como uno podría imaginarse. Y siempre me llamó la atención el ritmo latino y por eso creo que mi música es bien recibida.
Comenzaste haciendo jazz. ¿Hacia dónde has seguido explorando?
Yo comencé tocando mucho jazz, pero por los viajes que hice empecé a tener cada vez más influencia de otros países, especialmente los árabes y latinos. Ahora hago más world music, que es, en realidad, la nueva música que estoy componiendo.
Y, musicalmente, ¿hacia dónde dirías que estás yendo?

Me estoy acercando cada vez a la música electrónica. O sea, hago world music, pero mezclándola cada vez más con más elementos electrónicos, incluso al propio cuerno de los Alpes. Toco con un DJ y es una mezcla de lo moderno de la electrónica con lo tradicional del cuerno alpino.


La ficha

Nací hace 30 años en Solothurn (Suiza). Mi madre es pianista y mi padre, médico. A los seis años, me enamoré del sonido del cuerno de los Alpes, un instrumento típico de mi país también llamado alforn o alpenhorn. Comencé a la manera tradicional, pero luego decidí explorar otros ritmos, como el jazz, para lo cual tuve que componer mis propios temas. Ahora recorro el mundo con mi banda, Eliana Burki & i Alpinisti. Además, cuando no estoy de gira, colaboro con un hospital pediátrico en Davos enseñando técnicas de respiración a pequeños que sufren de fibrosis quística.


Escrito por

2do FIMA 2016: Lima/Perú

El 2do FIMA se realizó en Lima (11-13), Cusco (15) y Cajamarca (16) en marzo 2016. www.festivaldealturas.pe


Publicado en

Música de Alturas

El Festival Internacional de Música de Alturas es una iniciativa pionera y sin fines de lucro que reúne a músicos de montañas del mundo.